
Ayer nos fuimos a "turistear" por acá cerca, a un pueblito llamado Cullera que tiene sólo 25000 habitantes. Sin embago, en verano, ese número se multiplica por diez ¿Cuál es la razón? Una serie de playas espectaculares, todas con bandera azul, ISO 9001-2000 y Q de Calidad Turística.
Nos levantamos temprano, fuimos al súper, preparamos la mochila (¡Con mucha, mucha agua fría!) y nos tomamos el tren. Cuando llegamos al pueblo, lo primero que hicimos fue ir hasta el local de Tourist Info que, como corresponde a la ley de Murphy, estaba cerrado.

Con nuestro desconocimiento a cuestas, decidimos ponernos a caminar por cualquier calle hasta que llegamos al centro, con el Ayuntamiento, el Mercado Central (¡Espectacular! Con aire acondicionado y todo...), la Iglesia de los Juanes - que es como la catedral de acá -, la plaza, los negocios, etc., etc. (No, mentira, no hay etc. porque el centro era re-chiquito).
Entonces nos mandamos para las playas, donde encontramos otro punto de información turística...¡pero éste sí estaba abierto! Así que, como buenos argentinos, recogimos ochocientos folletos, nos sentamos en la plaza San Antonio (frente a la playa del mismo nombre) y, después de almorzar, leímos unos cuantos para organizar el resto del trayecto y, además, para matar el tiempo porque hacía demasiado calor para ponernos a caminar a esa hora.

Cuando pasó un rato, nos calzamos nuevamente las gorras y nos pusimos a andar... ¡Recorrimos toda la costa! Todo para llegar a la Cueva-Museo de Dragut, un pirata turco que en 1550 asaltó Cullera y se robó todo... Cerca de allí también vimos el faro y después, como gratificación bien merecida, nos metimos al mar.

Después nos enteramos de que ese día iba a haber una romería que salía de l'església de la Sang, así que fuimos hasta allí y logramos verla... Era como una procesión de carros tirados por caballos que parecían tener cólicos, por lo que ya se imaginan el olor que había (y más con el lorca que hacía... ;) Seguimos a la romería hasta que nos dejó frente a un shopping, Sabeco (tipo Libertad), que a su vez estaba frente a la estación. Volvimos a Valencia y todavía nos quedaron ganas para pasear por el centro . Cuando volvíamos caminando a casa, pasamos por el Mestalla - la cancha del Valencia - y había partido (con música y fuegos artificiales buenísimos) así que casi lo pierdo a Diego... Le tuve que prometer que algun día vamos a ir... ;P
