jueves, junio 30, 2011

Domovoi

El Domovoi es una deidad de origen eslavo que se encarga cuidar del hogar. Es de apariencia esquiva, pequeño y peludo. Habitualmente, la familia convive en armonía con él. Sin embargo, cuando éste se vuelve infeliz puede causar el movimiento de pequeños objetos, la rotura de los platos, ensuciar la vivienda, etc. En este caso, se debe determinar el motivo del descontento del bicho y solucionarlo para volver a la situación normal. Caso contrario, sus actos se intensificarán.

Ahora entiendo algunas cosas. De ahí deduzco que a veces en mi casa reina el Domovoi. El tema es por qué?

miércoles, junio 29, 2011

Museu Blau

El finde pasado fuimos al Museu Blau que, por motivo de su inauguración, es gratis hasta el 30 de Junio. Para mi gusto, el edificio está genial, la colección de animales disecados también, pero la parte de minera les es muy larga. Excesiva cantidad de piedras bonitas.

Una foto

Cuestión de piel

Hay una sección que me gusta mucho en La Vanguardia que se llama "La contra". El otro día salió un reportaje a un psicoterapeuta titulado "Cada órgano dañado responde a un sentimiento". En general, no soy de creerme estas cosas, pero esta vez le puse algo de atención. Según este tipo: "todo lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación". Da la casualidad (o no) de que mi psoriasis apareció en mi cuerpo poco después de irme a estudiar (un conflicto de separación que me dolió y costó bastante durante cada uno de los años que estuve fuera de mi casa).

lunes, junio 27, 2011

Lo siento Cacho

Este sábado volví a renacer de las cenizas. Había caído mal en lo que años atrás consideraba una de las cosas que mejor hacía: la masa de pizza. Fue en Enero, cuando Prospero y Nathalie nos visitaron. Por pedido de ellos, intenté con unas pizzas caseras con resultado funesto: masa no leudada, dura. En pocas palabras, como diría Dolina, "una porquería". Pero este sábado, me consagré nuevamente y estoy a punto de pensar que hice una de las mejores pizzas de mi vida.
Esta vez, el honor de probarlas lo tuvo Pau y por supuesto que también aprovechamos nosotros porque salieron "epetacular papá!" (parafraseando a Aarón, que se nos fue pero aún nos guía).

Cacho, volvé. Te prometo unas buenas pizzas con cerveza.

sábado, junio 25, 2011

Go the F**k to Sleep

Son ahora las 7.20 de la mañana de un sábado. Me he despertado a las 6.20 a ver qué le pasaba al Pau que lloraba. Quería leche aparentemente. "Querer leche" es un decir, sólo tomó dos sorbitos y ya. Pero bueno, mi sueño ya se interrumpió y ahora ya no puedo dormir. Así que me puse a mirar diarios, email, facebook, etc.

Entonces, leo en La Nación sobre un libro titulado "Go the fuck to sleep" de un tal Adam Mansbach (desde mi ignorancia, yo no lo conocía). Por lo que he visto en internet, es un libro para padres que intentan dormir a sus hijo/s y no lo logran, aparentemente basado en la experiencia del propio autor. Tiene la particularidad, a simple vista, de parecer un libro infantil y de tener un formato como tal. En el interior (lo vi en amazon.com) hay rimas (que terminan en "go the fuck to sleep", que para mí en La Nación traducen mal y que una traducción más acertada y acorde con el castellano sería algo así como "vete a dormir, joder!") y dibujos relacionados con el texto.


La verdad es que el libro me ha causado cierta curiosidad. Cómo no se me ocurrió a mí escribir algo así? Dios, después de 18 meses sin dormir bien, debería haberme inspirado antes!

Bueno, en resumen, hay gente que se horroriza con el libro y supongo que no ha sufrido esto de no dormir bien por varios días. Pues para esos señores, qué envidia (de la buena como dicen por ahí!) les tengo! Me causó mucha gracia este comentario en abc.com:
Sugiero temas para conseguir un sueño profundo de los niños por la noche: Charla sobre el IRPF del Señor Solbes, entrevista a Rafa Nadal, Reportaje de la dos sobre la ballena jorobada, lectura de las páginas blancas, información bursátil, reportaje de la pesca con mosca de la trucha cantábrica...
Pondré en práctica alguno de estos temas, a ver si resulta y lanzo mi libro "dormir con mosca" (ironizando sobre el bendito "dormir sin lágrimas", otra receta más sin resultados de la fátidica línea de crianza de Carlos Gonzalez).

Hasta que pruebe con eso, yo ya tengo un algoritmo bastante afinado:

1) Lo acuesto cuando ya lo veo que anda con sueño (en general, lo hago yo porque con Martina había otros problemas de índole alimentaria --superada en la actualidad--).
2) Muchas veces es acostarlo y la cama lo reaviva y empieza a los saltos! Joder! Volver al paso 1).
3) Si no ocurre lo anterior, lo que sigue es su pedido de "leche" (cheche). Lo llevo a la cocina, saco su vaso de la heladera y pienso que va a tomárselo de una vez. Ja, no! Bebe apenas un sorbo y ya no quiere más. Volver al paso 1).
4) Pide a Pooh y Bubu (el burro) --esto es ahora, hace un tiempo pedía a todos sus peluches: el oso, el pupu (el hipopótamo), la pocha (la foca), el león, el pepe (que ahora descansa en la escola), el cuacua (el pato). Graciosa la imagen: el Pau en brazos, los 5 peluches y yo. Volver al paso 1).
5) Si no se duerme al acostarlo, viene lo que denominé "dormir como bebe" (se lee sin acento). Pau en brazos como bebé y yo tarareando alguna canción que me venga a la mente. Se imaginan ya mi amplio repertorio (Piazzola, Morriscone, Mozart, algunas canciones de cuna, clásicos del rock de los '80, etc...). Tras un rato, volver al paso 1).
6) Por fin se duerme!
7) No me voy a dormir hasta asegurarme de que este bien dormido. Lo dejo en su habitación y me voy a webear un rato.
8) Pasa al menos media hora y no se ha vuelto a despertar: objetivo cumplido y a la cama... Al menos dos horitas seguidas dormiré. Caso contrario, ir al paso 1).
9) En algún momento de la noche se vuelve a despertar, ir al paso 1).
10) Fin del algoritmo, cuando el sol ya aparece.

Es un bucle sin descanso, en el que casi todos los pasos se repiten una y otra vez. No me van a decir que después de 3 o 4 noches de hacer esto no dirían: "hijo/a, vete a dormir, joder!" (como mínimo!).

Saludos!

martes, junio 07, 2011

De una rosa y su posibilidad literaria

Sólo vengo a contarles un pequeño relato.

Ayer por la tarde, mientras caminábamos de vuelta a casa, me llamó la atención una rosa tirada. Era una rosa pequeña, muy muy roja. Muy bella.
Una brevísima rosa que me hizo pensar en la literatura, en cómo la lectura literaria moldea la mirada. Donde había una rosa se manifestaba para mí el sacrificio vital de un ruiseñor.
Un pequeño capullo tirado (del cual otro tal vez ni se hubiera percatado, como me dijo Diego después), me llevó de repente y sin quererlo a un rincón de la infancia: ese en el que todavía me espera Oscar Wilde para conmoverme nuevamente y, 20 años después, arrancarme una lágrima.