domingo, septiembre 23, 2007

Lo que se da sí se quita

El lunes pasado salió en la televisión la noticia de un hombre que ganó la lotería. Como 800.000 euros. Pero...¡pobre! - y ésta es la paradoja -, nunca pudo cobrarlos, porque de la emoción rompió el billete, lo hizo añicos. Y perdió.
Ganó y perdió. En un suspiro.
Como yo.
Ese mismo día - ¡oh, casualidades de la vida! - a mí me quitaron la beca. Con toda razón, no lo niego, pero eso no logró hacer menos desesperada la situación.
Ahora, ya casi una semana después, hecho el duelo y aceptada la pérdida (¡la pérdida de lo que nunca se tuvo!), estoy de nuevo parada y preparada para dar batalla.
O para morir de pie.

jueves, septiembre 13, 2007

Tu móvil es la hostia!

Este post va enteramente dedicado a Prospero, más específicamente al acto de generosidad que tuvo al regalarme su teléfono antes de irse de Valencia.

Aquí van a tener que agradecer varias personas (yo ya lo estoy haciendo!) ;).

Resumiendo en dos puntos:
  • El móvil evitó que me cobraran de más cuando mis viejos estuvieron por París y por Londres.
  • Nos permitió que estuvieramos comunicados en todo momento durante la odisea europea de Viole y Mario.
Increíblemente, Prospero tu teléfono es como el enanito del jardín del padre de Ameliè (si no viste la peli, mirala para que entiendas ;). Ya se recorrió más de 30.000 km!!! Estuvo por Portugal, Roma, París, Londres, Madrid, Bs. As. y Salta. Sin contar los km que le agregaste vos en tus viajes y sin contar los que le voy a añadir yo! Y de nuevo volvió a cruzar el océano con María Sara (otra de las hermanas de Martina).
  • En la segunda vuelta a España, otra proeza del móvil fue la de evitar que María Sara perdiese nuevamente el vuelo Madrid - Barcelona y además, el de Barcelona - Estambul! (todo también gracias también a Mana que se lloró la vida y consumió todo su crédito).
O sea, si con todo esto no es la hostia... Además, promete que va a seguir viajando ;).

Cacho, te debemos una! Gracias por el teléfono!

Un abrazo a todos.

Diego (desde Zaragoza, luego de haber presentado exitosamente sus dos artículos!)

PD: Cacho, sorprendente no?

viernes, septiembre 07, 2007

¡FELIZ CUMPLEAÑOS MARQUITOS, FELIZ CUMPLEAÑOS A TI!

¡Hola!

Aunque no sé si Marcos alguna vez entra al blog, supongo que otros se encargarán de avisarle que este post va dedicado especialmente a él.

¡Feliz cumpleaños gatín bebé! ;-)

Desde acá te enviamos un abrazo gigante y todos los deseos de que hoy y todos los días de este nuevo año que comienza para vos vengan llenos de cosas buenas.

¡TE QUEREMOS MUCHO, MUCHO MARCOS!

Que seas muy feliz :o)


martes, septiembre 04, 2007

Toca contar

¡Hola gente!
Como dice Ramiro, hace más de un mes que no posteamos. Por esa razón (y porque la faena ya se nos viene encima), decidí sentarme a escribir antes de que el tiempo siguiera pasando. Pero, con la certeza de que seguramente quedarán muchas cosas afuera, me pregunto: ¿cómo sintetizar un mes intenso en un solo (y además breve) relato?, ¿por dónde comenzar? ¡He aquí la cuestión!
Después del día del amigo parece ser una buena opción, porque fue ahí donde lo dejamos. A los pocos días del 20 de julio se volvió a Argentina un amigo, Próspero, y su ausencia nos dejó tristes (¡Volvé Daniel que se te extraña!).
Pero al poquito tiempo llegaron Violeta y Mario, quienes - luego de catorce horas de retraso y no sé cuántas de viaje (¡una odisea total!) - arribaron el siete de agosto casi a la madrugada, puntuales para festejar el cumpleaños de Diego. Ese mismo siete, pero un poquito más tarde (o, más precisamente, al mediodía), salimos de nuevo rumbo al aeropuerto y de ahí a Ibiza, donde - pese a que no pudimos contemplar ningún atardecer sin nubes - pasamos hermosos días de playa y charla, mate (o bocatas ;-) de por medio.
De allí volvimos a Valencia, paseamos por el centro hasta el anochecer y al día siguiente visitamos la Ciudad de las Artes y Ciencias. Después seguimos hacia Barcelona, donde aarón_mana (o también viceversa ;-) nos recibieron con un almuerzo riquísimo y nos acompañaron por la tarde a recorrer las Ramblas y los edificios más representativos de la arquitectura gaudiana. A la mañana siguiente subimos al Montjuic y seguimos paseando: entramos al Mercado de la Boquería, donde Viole se entusiasmó con la cantidad de cosas que vendían, especialmente con los"chuches" y "gominolas" (como le dicen acá a las golosinas;-); fuimos también hasta la Catedral, al barrio gótico, a las murallas romanas... en fin, un poco de todo.
Esa misma tarde viajamos a Lisboa, la capital europea más pequeña y pintoresca que conocí hasta ahora. Con sus calles estrechas que suben y bajan continua y casi abruptamente, los tranvías, la ropa tendida en los balcones, las casas revestidas de mosaicos, con postigos que sólo cubren media ventana y ventanas hasta en los tejados, con la infinidad de escalinatas y miradores que aparecen por doquier, con sus interminables túneles en el metro, me generó sensación de estar en un pueblito antiguo, pero a la vez en un enorme caos... y tal vez me hizo recordar un poco (quizá en versión chiquita) al aleph borgiano.
Los días que estuvimos en Lisboa aprovechamos para visitar algunos de sus barrios: entre otros, el Barrio Alto (y sus artistas callejeros), la Baixa, Estrela (y su gran "igreja"), Alfama (con sus hermosos miradores y el fado - la casualidad quiso que, en una de sus calles, encontráramos una mujer cantándolo -) y Belem (con las edificaciones más hermosas: el Monasterio dos Jerónimos, el Monumento a los descubridores y la Torre de Belem, la que me hizo descubrir mi gusto por el estilo "manuelino" ;-). Allí probamos, gracias a Viole y después de hacer cola para comprarlos, los famosos "pastéis de nata" con crema pastelera, azúcar impalpable y canela (¡especiales para vos papi!)
Desde Lisboa subimos hacia Fátima, donde visitamos la Basílica, fuimos a misa en la Capilla de las Apariciones, encendimos velas en un mar de fuego (¡lástima que no tenemos fotos de semejante espectáculo!) y pedimos a la Virgen por todo y por todos. De allí nos tomamos un autobús rumbo a Oporto, una ciudad bellísima por sus edificios (como los bancos o la famosa estación de Sao Bento, con no sé cuántos miles de cerámicos pintados en azul y blanco), por sus iglesias (como la Sé, la de los Clérigos o las dos pegadas: la de Carmelitas y la do Carmo), pero sobre todo por el Duero (o "Douro"), el puente Luis I (o "Luiz I") que lo atraviesa y las casas sobre la "ribeira"... ¡Bela Porto!
En Braga, la siguiente parada, nos esperaba Pablo, quien nos recibió en su casa con rico mate y buena charla, nos llevó de paseo por la ciudad, nos hizo probar el exquisito café portugués (que - como bien dicen - no se parece en nada al español), y brindar con mi licor preferido: el Baileys. Además, al día siguiente nos acompañó en la subida hasta el Bom Jesus do Monte junto con Álvaro, un amigo brasileño que se convirtió en mi "profe" de portugués intensivo ;oP. Con él bajamos cantando temas como "Usted abusó" o "Construcción" y "Cálice" de Chico Buarque (aunque él en portugués verdadero y yo en uno chamuyado que ni siquiera llegaba a "portuñol" ;-), y comimos "pé do moleque", un dulce típico de Brasil. La última noche Pablo nos mostró fotos de su caminata desde Orense (o Ourense) hasta Santiago (porque nosotros seguíamos hacia allí) y al otro día se levantó tempranísimo para acompañarnos a la estación (¡Te jugaste Pablo! ¡Gracias por todo!)
Subimos a un tren, después a otro, después a otro, hasta que pasado el mediodía por fin llegamos a Vigo y luego a Santiago de Compostela ¡Qué lindo Santiago! Ya lo verán en las fotos, parece una ciudad de cuento con sus casas y su arcos de piedra, los balcones de hierro y los peregrinos yendo de aquí para allá, siempre de fiesta... Y la plaza del Obradoiro con la inmensa catedral, donde visitamos la tumba del apóstol y abrazamos al santo... Y el parque de la Alameda, donde nos sentamos al lado de Valle-Inclán (una figura de bronce, que si hubiera sido el de verdad salíamos corriendo ;-)... Y los caprichos, la tarta de Santiago, el licor de Orujo, todos los dulces que probamos... ¡riquísimos! ¡Aguante Santiago!
El último lugar que visitamos fue A Coruña, que nos recibió con lluvia y frío, por lo que no pudimos recorrerla como nos hubiera gustado. Pero aún así, se ve que - como toda Galicia - es hermosa, especialmente la zona costera, con sus amplias y rocosas playas ¡Ya volveremos por allí!
Como todo lo bueno, los días se terminaron y tuvimos que volver ¿Lo que más nos costó? Despedir a Viole y Mario, la verdad es que ya nos habíamos acostumbrado a salir, comer, conversar, en definitiva: a ESTAR JUNTOS ¡Gracias por los hermosos días que pasamos!
Y gracias a todos los que nos acompañan y esperan - a veces con santa paciencia - nuestros cada vez más espaciados relatos (¡A ver si nos ponemos las pilas! ;-)
Los queremos mucho, mucho. Un gran abrazo.