jueves, agosto 10, 2006

Una historia...

¡Hola a todos!
Ya de nuevo en Valencia (llegamos ayer a las 14.15 de la tarde), me dieron ganas de contarles un suceso extraño y hermoso que viví el fin de semana. Salva y sus lectores ya lo conocen, pero el resto no, así que ahí voy:
El domingo a la noche estábamos invitados a comer a la casa del tío Jaime Kulisevsky (tío de Aarón e hijo del famoso actor teatral salteño Saló Lisé, fallecido hace poco tiempo). Entonces decidí "producirme" y me puse tacos altos, que acá nunca uso (porque siempre estamos caminando un montón). Para qué: cuando bajábamos de la abarrotada escalera mecánica, me tropecé y me torcí el pie. Resultado: se me rompió una de las sandalias. Me la saqué para ver la magnitud del hecho y enseguida me cercaron dos guardias del metro para decirme que estaba prohibido andar descalzo por las estaciones. Les expliqué la situación y me respondieron: - Sí, te vimos tropezarte en la escalera, pero esas son las reglas. Peor no podía ir. Entonces me volví a poner la sandalia y casi pierdo la vida por entrar al metro así (Aarón decía : - ¡Te podrías haber caído a las vías! Ya adentro, Diego me recordó lo lejos que quedaba la casa de Jaime de la parada donde teníamos que bajarnos, y comenzamos a desesperarnos porque había que caminar un montón y era domingo a la noche (lo que, aquí en España, significa que no hay prácticamente nada abierto).
Pero cuando bajamos, de repente, se acercó a mí una chica (creo, colombiana) y me dijo que ella tenía unas chanclas en el bolso, que llevaba de repuesto para cuando se cansaba de los zapatos altos. Me las ofreció pero al principio no quise aceptarlas, porque ella después iba a necesitarlas. Entonces las sacó de su bolso, me las puso en la mano y me las entregó sin más, diciéndome:
- Tú ahora las necesitas más.
¿Mi ángel de la guarda? ¿Un Dios aparte (como me decían los chicos)? No lo sé, pero con su gesto, esa chica me enseñó dos cosas:
1) que yo tengo que hacer lo mismo por los demás,
2) que siempre tengo que llevar unas sandalias de repuesto (Jajaja, ;-)
Un abrazo. Los quiero.

PD: ¡Ah, las sandalias "caídas del cielo" son esas rojas con las que salgo en la foto del post anterior. Y lo mejor de todo: ¡Son mi número y súper cómodas! ¡Gracias chica!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

holis! que bueno es saber q hay gente buena en todos lados!! y vos siempre cagada por un elefante no? jajaja
aca estudio nomas........

Anónimo dijo...

Lo de Tititi realmente es "providencial" y no sólo por lo de las chancletas. Hace mucho tiempo, un zapatero, que la vió caminar con unas zapatillas rotas, la paró en la calle y se las arregló.

Saludos

Diego

Anónimo dijo...

LA VERDAD ES QUE LAS CHANCLAS TE QUEDAN REBIEN, SUERTE QUE SIEMPRE HAY ALGUIEN QUE TE RECUERDA QUE TU ANGEL ESTA AHI.
BESOS, BESOS, HASTA PRONTO. VIOLETA

Anónimo dijo...

¡Como para no dar gracias a cada instante, cuando se tiene la certeza de la presencia del Señor en nuestra vida!!!!!
¡Que maravilla y qué bueno que lo cuentes!¡Compartimos la acción de gracias y la alegría! Y aprendemos, como bien decís, a estar atentos a las necesidades de los demás para ayudarlos, como esos "ángeles" encarnados...
Muchos besos y abrazos!

Anónimo dijo...

¡Que Manita y Aarón disfruten de unas lindas vacaciones en París!
Los abrazamos y besamos
mamá Cristi

Anónimo dijo...

Tititi, qué suerte, muchacha.

La verdad que esta semana me pasó algo similar, con mis zapatos, y para colmo en una entrega de equipamiento, con prensa y todo, y no tuve tanta suerte, y se nota que mi ángel de la guardia no estaba tan cerca :-(.

Yo no me tropecé, pero me enganché el taco en un reborde de la alfombra y se despegó.

Por suerte ya está solucionado.

Espero que sigan bien

Anónimo dijo...

Ramiro:
* los zapatos también son de hace más de 5 años?

* Martina, no seas rasca y dejá de atribuirle milagros a ángeles... comprate unos zapatos como la gente!!!

Saludos y buena onda

Vero dijo...

Mi chica: me parece que vos te ahorrás el hecho de invertir en zapatos para que almas caritativas como el zapatero y la colombiana se apiaden de vos y te regalen su calzado!!!!.
No, fuera de broma, hay momentos en que realmente uno siente la presencia de ángeles y de la gracia del cielo, no?.
Y también la idiotez de los guardias al decirte: son las reglas, córtese el pie porque no puede caminar descalza!. Pero no me vió, SR!, que me torcí???. Inexplicable. Como te decía, ying y yang, luz y oscuridad. Colombiana y Guardia. Loco, no?. Pero fantástico. Tu tobillo bien?
Abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Por lo que leí el guardia le dijo que no podía andar descalza con razón. Y si se corta el pie o se lastima con algo por andar sin zapatos?

Anónimo dijo...

Lo que dijo PIN8 explica con total aceirto el por qué de la negativa de los guardias.

Con respecto al comentario de Gepeto, los zapatos recién tienen 5 años, y la verdad que después de sacarlos del zapatero ayer, están para otros cinco más.

En relación al mentado tema de los zapatos de Tititi, recuerdo la vez que se te rompieron en La Plata, cuando volvíamos de BA. Parece que es tu carma realmente.

Espero que sigan bien

Saludos.

Anónimo dijo...

Martina, el incidente de los zapatos es muy gracioso y no podemos dejar de reirnos. Me imagino a los policias diciéndote con esos chalecos fluorescentes que llevan "señorita así no"
Y como diría Oscar: El que nace petison es añudo que lo fajen. Como bien dijo Martin Fierro :)
Los esperamos para esta noche o mañana a ver una película excelente, de Kubrick!!! les apetece? Contesten!! ... o se acojonan por la tormenta? je, je