martes, septiembre 04, 2007

Toca contar

¡Hola gente!
Como dice Ramiro, hace más de un mes que no posteamos. Por esa razón (y porque la faena ya se nos viene encima), decidí sentarme a escribir antes de que el tiempo siguiera pasando. Pero, con la certeza de que seguramente quedarán muchas cosas afuera, me pregunto: ¿cómo sintetizar un mes intenso en un solo (y además breve) relato?, ¿por dónde comenzar? ¡He aquí la cuestión!
Después del día del amigo parece ser una buena opción, porque fue ahí donde lo dejamos. A los pocos días del 20 de julio se volvió a Argentina un amigo, Próspero, y su ausencia nos dejó tristes (¡Volvé Daniel que se te extraña!).
Pero al poquito tiempo llegaron Violeta y Mario, quienes - luego de catorce horas de retraso y no sé cuántas de viaje (¡una odisea total!) - arribaron el siete de agosto casi a la madrugada, puntuales para festejar el cumpleaños de Diego. Ese mismo siete, pero un poquito más tarde (o, más precisamente, al mediodía), salimos de nuevo rumbo al aeropuerto y de ahí a Ibiza, donde - pese a que no pudimos contemplar ningún atardecer sin nubes - pasamos hermosos días de playa y charla, mate (o bocatas ;-) de por medio.
De allí volvimos a Valencia, paseamos por el centro hasta el anochecer y al día siguiente visitamos la Ciudad de las Artes y Ciencias. Después seguimos hacia Barcelona, donde aarón_mana (o también viceversa ;-) nos recibieron con un almuerzo riquísimo y nos acompañaron por la tarde a recorrer las Ramblas y los edificios más representativos de la arquitectura gaudiana. A la mañana siguiente subimos al Montjuic y seguimos paseando: entramos al Mercado de la Boquería, donde Viole se entusiasmó con la cantidad de cosas que vendían, especialmente con los"chuches" y "gominolas" (como le dicen acá a las golosinas;-); fuimos también hasta la Catedral, al barrio gótico, a las murallas romanas... en fin, un poco de todo.
Esa misma tarde viajamos a Lisboa, la capital europea más pequeña y pintoresca que conocí hasta ahora. Con sus calles estrechas que suben y bajan continua y casi abruptamente, los tranvías, la ropa tendida en los balcones, las casas revestidas de mosaicos, con postigos que sólo cubren media ventana y ventanas hasta en los tejados, con la infinidad de escalinatas y miradores que aparecen por doquier, con sus interminables túneles en el metro, me generó sensación de estar en un pueblito antiguo, pero a la vez en un enorme caos... y tal vez me hizo recordar un poco (quizá en versión chiquita) al aleph borgiano.
Los días que estuvimos en Lisboa aprovechamos para visitar algunos de sus barrios: entre otros, el Barrio Alto (y sus artistas callejeros), la Baixa, Estrela (y su gran "igreja"), Alfama (con sus hermosos miradores y el fado - la casualidad quiso que, en una de sus calles, encontráramos una mujer cantándolo -) y Belem (con las edificaciones más hermosas: el Monasterio dos Jerónimos, el Monumento a los descubridores y la Torre de Belem, la que me hizo descubrir mi gusto por el estilo "manuelino" ;-). Allí probamos, gracias a Viole y después de hacer cola para comprarlos, los famosos "pastéis de nata" con crema pastelera, azúcar impalpable y canela (¡especiales para vos papi!)
Desde Lisboa subimos hacia Fátima, donde visitamos la Basílica, fuimos a misa en la Capilla de las Apariciones, encendimos velas en un mar de fuego (¡lástima que no tenemos fotos de semejante espectáculo!) y pedimos a la Virgen por todo y por todos. De allí nos tomamos un autobús rumbo a Oporto, una ciudad bellísima por sus edificios (como los bancos o la famosa estación de Sao Bento, con no sé cuántos miles de cerámicos pintados en azul y blanco), por sus iglesias (como la Sé, la de los Clérigos o las dos pegadas: la de Carmelitas y la do Carmo), pero sobre todo por el Duero (o "Douro"), el puente Luis I (o "Luiz I") que lo atraviesa y las casas sobre la "ribeira"... ¡Bela Porto!
En Braga, la siguiente parada, nos esperaba Pablo, quien nos recibió en su casa con rico mate y buena charla, nos llevó de paseo por la ciudad, nos hizo probar el exquisito café portugués (que - como bien dicen - no se parece en nada al español), y brindar con mi licor preferido: el Baileys. Además, al día siguiente nos acompañó en la subida hasta el Bom Jesus do Monte junto con Álvaro, un amigo brasileño que se convirtió en mi "profe" de portugués intensivo ;oP. Con él bajamos cantando temas como "Usted abusó" o "Construcción" y "Cálice" de Chico Buarque (aunque él en portugués verdadero y yo en uno chamuyado que ni siquiera llegaba a "portuñol" ;-), y comimos "pé do moleque", un dulce típico de Brasil. La última noche Pablo nos mostró fotos de su caminata desde Orense (o Ourense) hasta Santiago (porque nosotros seguíamos hacia allí) y al otro día se levantó tempranísimo para acompañarnos a la estación (¡Te jugaste Pablo! ¡Gracias por todo!)
Subimos a un tren, después a otro, después a otro, hasta que pasado el mediodía por fin llegamos a Vigo y luego a Santiago de Compostela ¡Qué lindo Santiago! Ya lo verán en las fotos, parece una ciudad de cuento con sus casas y su arcos de piedra, los balcones de hierro y los peregrinos yendo de aquí para allá, siempre de fiesta... Y la plaza del Obradoiro con la inmensa catedral, donde visitamos la tumba del apóstol y abrazamos al santo... Y el parque de la Alameda, donde nos sentamos al lado de Valle-Inclán (una figura de bronce, que si hubiera sido el de verdad salíamos corriendo ;-)... Y los caprichos, la tarta de Santiago, el licor de Orujo, todos los dulces que probamos... ¡riquísimos! ¡Aguante Santiago!
El último lugar que visitamos fue A Coruña, que nos recibió con lluvia y frío, por lo que no pudimos recorrerla como nos hubiera gustado. Pero aún así, se ve que - como toda Galicia - es hermosa, especialmente la zona costera, con sus amplias y rocosas playas ¡Ya volveremos por allí!
Como todo lo bueno, los días se terminaron y tuvimos que volver ¿Lo que más nos costó? Despedir a Viole y Mario, la verdad es que ya nos habíamos acostumbrado a salir, comer, conversar, en definitiva: a ESTAR JUNTOS ¡Gracias por los hermosos días que pasamos!
Y gracias a todos los que nos acompañan y esperan - a veces con santa paciencia - nuestros cada vez más espaciados relatos (¡A ver si nos ponemos las pilas! ;-)
Los queremos mucho, mucho. Un gran abrazo.

13 comentarios:

Mana_Aaron dijo...

Ostras, aclarenme una cosa, esto lo relató mi hermano, no?! porque hasta que leí Deigo estaba convencida de leerla a la pequeñin! y es que es asi o esta ocurriendo una especie de simbiosis!!!!
Como siempre es un placer leerlos!
Voy a agregar al post que mis queridos hermanitos ya están en Barcelona y para quedarse ¡QUE EMOCIÓN!!!!!, la verdad es lindo saberse cerquita....lei lo del duero y aclaro que de ahi son uno de los mejores vinitos de España.
Nada más....ahh si, nos vemos el jueves!!!! y con tucu!!!
ahh y a galicia podemos planear el viaje juntos!!!

besitos

mana

PolyD!et dijo...

Qué buen relato!!!!
Fue un placer tenerlos acá... y ojalá se hubieran quedado un poquito más.

Un abrazo!

PD: El Jardín que no encontramos es acá

PolyD!et dijo...

Mana... aunque lo firmó Diegote, creo que lo escribió Martina. Porque la que estuvo con el curso de portugués (brasilero, no portugués) fue ella. Además, no recuerdo que Diego haya cantado nada cuando bajábamos del Bom Jesus.

Martina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Martina dijo...

Fe de erratas:
1) Tienen razón, yo - Tititi - escribí el post, aunque como soy muerta no me dí cuenta y entré como "Diego".
2)Otra cosa: al releerlo, vi que al principio puse "breve relato", cuando en realidad quedó súper largo...ups!!
Tenés razón Mana, podemos organizar juntos el viaje a Galicia...
Y gracias Poli por el dato del jardín, ahora aunque sea lo vi en el googlemaps ;oP ¡Un abrazo gigante y te esperamos en Barcelona!

Anónimo dijo...

¡Gracias Martinita por contarnos-como bien sabés hacerlo-los pormenores de las vacaciones en familia!
Ya habíamos disfrutado de las fotos que ahora se completan con la reseña!
Pronto estarán los cuatro con María Sara! ¡Qué emoción! ¡Que sea un regocijo el encuentro y los paseos juntos!
Muchos besos y abrazos!
mamá

emap dijo...

Hey, ahora entiendo, entre tanto viaje es imposible poder sentarse a escribir, que agosto movido que han tenido! Por suerte estan todos en la fascinante ciudad condal (aunque se extrañe la tranquidad del levante...). Un beso grande a ambos. Ema

Anónimo dijo...

q bueno q hayan podido viajar tanto, y q ahora esten juntos de vuelta. Tucu ya esta como loca....disfruten mucho de estar juntos dale?
besotes
clarita

Ramiro dijo...

Bueno, legué tarde a la lectura, jeje.

Excelente el relato como siempre. Pero valió la pena esperar por él.

Yo no sé cuándo ustedes irán de nuevo a Galicia, pero cuando yo vaya, voy a ir, para poder ver la casa de mi abuelo.

Consulta, ¿fueron al puerto de Barreiro en Portugal, frente a Lisboa?

Aunque sigo amagando, vamos a ir. Así que les avisaremos cuando se confirme la fecha, aunque falta un tiempo todavía.

Espero que sigan bien, y esperamos las fotos.

Saludos.

Ramiro dijo...

Me olvidaba. Qué es "pé do moleque" (supongo que es un peixe), pero el nombre es cómico, jeje.

Y vi las fotos y están buenas, como siempre.

Saludos.

Anónimo dijo...

heeeeeee, yo que le estaba agradeciendo a Diego que me extrañaba y veo que en realidad no es así :(. Martina me rompiste la ilusión (pero me creaste otra :) jejeje).

Es raro, desde Argentina lo que mas extraño son los argentinos.

Un abrazo y un beso según corresponda

prospero

Vero dijo...

Como les dije ayer en persona, y aunque suene cursi, está bueno verlos juntos. Y está bueno que estén en BCN. Los quiero mucho.

PolyD!et dijo...

"pé de moleque", en español es algo como "pie de nene". Los brasileros suelen ponerle nombres muy poco ilustrativos a las golosinas. No está hecho con partes de nenes. Para saber qué tiene y cómo se hace, miren acá.